Calímaco

Calímaco: La muerte de Heráclito

Tombeau_de_Mausole_(Barclay)_crop
Wikipedia, La Tumba de Mausolo, según un grabado del siglo XIX.

Calímaco


Epigramas, II


εἶπέ τις, Ἡράκλειτε, τεὸν μόρον, ἐς δέ με δάκρυ
ἤγαγεν, ἐμνήσθην δ᾽ ὁσσάκις ἀμφότεροι
ἥλιον ἐν λέσχῃ κατεδύσαμεν: ἀλλὰ σὺ μέν που,
ξεῖν᾽ Ἁλικαρνησεῦ, τετράπαλαι σποδιή:
αἱ δὲ τεαὶ ζώουσιν ἀηδόνες, ᾗσιν ὁ πάντων
ἁρπακτὴς Ἀίδης οὐκ ἐπὶ χεῖρα βαλεῖ.
Texto:
Perseus, Tufts

Alguien, Heráclito, me anunció tu destino, y me ahogaron las lágrimas. Recordé cuántas veces los dos contemplamos como se metía el sol charlando. Y tú, de alguna forma, huésped en Halicarnaso, te has convertido en una eterna ceniza. Pero tus cantos te sobreviven, a los que Hades que con todo arrambla no puede ponerle la mano encima.

Calímaco: ¡Quédate en tu nivel!

Calímaco


Epigramas, I


ξεῖνος Ἀταρνείτης τις ἀνείρετο Πιττακὸν οὕτω
τὸν Μυτιληναῖον, παῖδα τὸν Ὑρράδιον
‘ἄττα γέρον, δοιός με καλεῖ γάμος: ἡ μία μὲν δὴ
νύμφη καὶ πλούτῳ καὶ γενεῇ κατ᾽ ἐμέ,
ἡ δ᾽ ἑτέρη προβέβηκε: τί λώιον; εἰ δ᾽ ἄγε σύμ μοι
βούλευσον, ποτέρην εἰς ὑμέναιον ἄγω.’
εἶπεν: ὁ δέ σκίπωνα, γεροντικὸν ὅπλον, ἀείρας,
‘ἠνίδε, κεῖνοί σοι πᾶν ἐρέουσιν ἔπος.’
οἱ δ᾽ ἄρ᾽ ὑπὸ πληγῇσι θοὰς βέμβικας ἔχοντες
ἔστρεφον εὐρείῃ παῖδες ἐνὶ τριόδῳ.
‘κείνων ἔρχεο,’ φησί, ‘μετ᾽ ἴχνια.’ χὡ μὲν ἐπέστη
πλησίον: οἱ δ᾽ ἔλεγον: ‘τὴν κατὰ σαυτὸν ἔλα.’
ταῦτ᾽ ἀίων ὁ ξεῖνος: ἐφείσατο μείζονος οἴκου
δράξασθαι, παίδων κληδόνα συνθέμενος,
τὴν δ᾽ ὀλίγην ὡς κεῖνος ἐς οἰκίον ἤγετο νύμφην.
οὕτω καὶ σύ γ᾽ ἰὼν τὴν κατὰ σαυτὸν ἔλα.
Un extranjero de Atarneo preguntaba a Pítaco de Mitilene, hijo de Hirras, así: “¡Abuelo! Me han hecho dos propuestas de matrimonio: la una es de una novia igual a mí en riqueza y en linaje, pero la otra me supera. Anda, aconséjame ¿qué es lo mejor? ¿con cuál de las dos debo comprometerme?” Dijo.
Y el anciano indicándome con su bastón, arma senil, respondió: “¡Mira! aquellos te responderán todo lo que preguntas.” Unos niños lanzando unas rápidas peonzas las hacían bailar en un amplio cruce. “¡Vete tras sus pasos!” Él se acercó y aquellos le dijeron: “¡Quédate en tu propio nivel!” Comprendiendo que es lo que le habían querido decir los niños al escucharles, el extranjero no elige la de mayor hacienda. Y como aquel que optó por la novia que tenía menos, así también tú elige la de tu propio nivel.